Platón, hijo de noble familia, se vio desde temprana edad en la vida pública y cultural, abrazado a la filosofía como el único camino hacia el bien y la verdad. Fundó la Academia de Atenas, institución que permaneció más de 900 años. Entre sus obras se cuentan los “Diálogos”, “La República” y “Las Leyes”. Seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. Luchador olímpico.
Decía que no hay dos personas exactamente iguales por naturaleza, sino que en todas hay diferencias innatas que las hacen aptas para una labor específica, de modo que la mujer tiene acceso por su condición a todas las ocupaciones, lo mismo que el hombre, incluyendo lo relativo a la guerra, la música y la gimnástica, siendo preciso tratarlas de la misma manera.
Exigía que los jueces se hubieren mantenido durante su juventud alejados de todo ser vicioso, capacitados en la honradez, para juzgar con criterio sano acerca de lo que es justo. Señalaba a los logreros como los más opulentos e influyentes de la ciudad, provistos del hiriente aguijón ante quien se ponga a su alcance, creando miles de zánganos y pordioseros.
