La señorita María Valles Tapia fue mi profesora de primero de primaria, grupo C, escuela “20 de noviembre”, la famosa 2-82, en el antediluviano año de 1964. Tenía 22 años; cumplirá 81, Dios mediante, el próximo 23 de agosto de 23. Menuda, blanca, de rasgos afilados, quien me enseñó a leer y escribir con letra Palmer llenando planas de cuadernos cuadriculados.
Los 52 alumnos del grupo la respetábamos y muchos la queríamos, reverencia de gratitud y cariño que sigo reiterándole vía telefónica hasta mi terruño, Hidalgo del Parral, Chihuahua, como lo repito con mis respetadas e inolvidables maestras de primaria Estela Sánchez Nájera, Carmen Gutiérrez Saldívar, Estela Chacón Rodríguez y Alba Ochoa Covarrubias.
De aquellos pupilos de la calle Ramón Corona, seguimos en comunicación Marylupis Espinoza, José Luis García, Hugo Hernández, Rosy Hernández, Desirée Hinojos, Silvia Lerma, Paty Martínez, Margarita Medina, Chumike Molina y Mario Palmer, además la memoria de Salvador Pérez Chacón. Agradezco a Juan Nepomuceno y Josefa, el legado de su hija Valles Tapia.