Reflexivo envejecimiento

 

Envejecer saludablemente es soltar lo que vienes reteniendo, soltar lo indeseable, soltar lo innecesario. Es soltar la carga, la pena, la soledad. Déjalo. No hagas nada, ni te apresures. Siente lo que te sostiene ahora. No hay nada que necesites que no tengas en este preciso momento. Deja tu carga y siente tus latidos, tu respiración, el aire sobre tu piel, la gravedad.

Simplemente se. Deja la idea de que en todas partes existe una falta, una ausencia, una escasez. Estás abrigado y seguro; eres necesario y amado. Deja los pensamientos negativos, cargas, historias y excusas. Deja de desear. Abandónalo. Serénate. La avaricia o la insatisfacción crónica mata. Confórmate con todo lo que hay ahora en ti. Ya lo tienes todo. Eres amor.

Descansa a la luz que alumbra cada una de tus grietas y esquinas. Apruébate. Aprueba tu vida con una mirada amable, gentil y benevolente; perdona tus transgresiones, aprecia el pan de cada día y ríete fuerte de tus propias ocurrencias. Anhélate lo mejor para ti. Ahora estás de pie en una nueva vida. Lo has logrado. Felicidades. La encontraste. Permanece así.