Por: Alejandro Valladares Almanza.
La quiebra del PRI el pasado 4 de junio en el Estado de México, demostró que la estructura ya no es confiable y los responsables tampoco, salvo contadas excepciones.
Los municipios gobernados por el PRI, empiezan a sentir un camino escabroso en el terreno político, aquellos representantes que sustentaban “liderazgos” locales al amparo de los gobiernos municipales demostraron que no sirvieron en nada para darle un triunfo al Partido Revolucionario Institucional.
Han perdido el control por actuar de manera deshonesta; arriba, perdieron la confianza de sus jefes políticos y han demostrado que en territorio ya no convencen y solo demuestran lo que hacía el Tío Lolo, “se hacen pendejos solos”.
Nunca hicieron política en favor del pueblo.
Un ejemplo de lo anterior es el municipio de Lerma, La estructura del PRI le falló a su único jefe político Miguel Ángel Ramírez Ponce, empezando con un Comité Municipal que demostró la falta de liderazgo, donde la juventud desorientada tuvo temor de salir a la calle, no tendió la mano a quien se ofreció para ayudar.
Desechó la experiencia de quienes, si le saben a la operación, de quienes trabajan convenciendo y de quienes todavía generan confianza en la gente.
El PRI municipal desde los inicios de su actual dirigencia estuvo acotado al servilismo y al padrinazgo; – quedo demostrado- en los resultados electorales Lerma se derrumbó en lo que se creía un bastión fuerte en el Estado de México, hoy se vive una triste realidad.
Sin embargo, hacia el otro lado del túnel, se aprecia aun, una luz que da esperanza.
Sin ver hacia atrás se siente el trabajo fuerte del presidente municipal Ramírez Ponce.
La estructura inmersa en la administración municipal también quedo mal, muy mal; no tuvo las agallas para demostrar en territorio que el trabajo del presidente municipal Miguel Ángel, representa para los lermenses, el desarrollo, la paz social y la practica de un gobierno sensible que escucha y atiende sin distingo a la comunidad toda. Eso lo sabe en especial el pueblo de San Pedro Tultepec.
Por ello es urgente que el presidente municipal de Lerma, haga una verdadera revisión de su equipo de colaboradores, aquellos que no le sirven. Adiós.
Todos; con recomendación o no, estuvieron obligados a dar resultados.
Hoy, es visto por todos que no cumplieron las metas políticas de Miguel Ángel Ramírez Ponce.
Directores, Coordinadores, Asesores y demás que están en la nómina; de que sirven, si no hacen su chamba. Ya deben estar haciendo sus maletas para largarse.
Miguel Ángel Ramírez Ponce debe estar reflexionando.
Sabe que a su administración tiene que darle dirección segura para enfrentar el reto del 2024.
Creemos que faltan pocos días para que dé un manotazo en la mesa de las decisiones.
No puede seguir solapando a figurines de la política local. No puede ser cómplice de errores que podrían costarle la entrega muy pronto a otro partido distinto al PRI.
El alcalde se cansa de decirlo, “Somos Servidores Públicos”, tenemos que escuchar, atender y cumplir, es nuestra obligación, para eso estamos aquí como gobierno, acota.”
– Pero nadie en territorio hace eco de su mensaje-
La traición pone en Alerta máxima a Lerma; su gobierno debe retomar el camino que permita darle voz al pueblo.
La continuidad de un proyecto político estriba en las acciones y determinaciones que deben centrarse en servir, atender y a escuchar a la gente.
No hay de otra sopa.
Se van los que no sirven,
y se quedan los que están comprometidos con Miguel.
Hasta la próxima.
Twitter @Valmanza, Facebook @NDL Noticias