POR BIANCA GUILBERT
CDMX. 24 julio de 2019.- de La corrupción en México se ha naturalizado a tal nivel, que es parte de la cultura nacional; los problemas que produce van desde baches en las calles, hasta la muerte de personas en un sismo. “La corrupción no es problema de unas cuantas personas malas, es un fenómeno que deriva en consecuencias sociales graves. Es urgente reconocer que los principales actores de la corrupción y la impunidad son los empresarios y la clase política».
Así lo afirmó el maestro Arturo Chávez, secretario general de la Facultad, al participar como moderador de la mesa: “Corrupción e impunidad”, misma que formó parte del Congreso, Análisis de las políticas públicas del gobierno federal, 2018–2024, en la que expusieron José Luis Chávez, en representación de la Secretaría de la Función Pública (SFP), y Hugo Concha Cantú, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
El papel de la 4T
José Luis Chávez advirtió que la corrupción e impunidad no son temas sencillos y por el contrario, tienen muchas aristas. Aseguró que la honestidad es una necesidad y exigencia de la sociedad mexicana hacia el Estado, pues cada vez hay menos confianza en la eficacia de las autoridades.
Sólo por poner algunas cifras, detalló, «México se encuentra en el lugar 138 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. Aunado a esto, en 2016, seis de cada 10 empresas incurrieron en sobornos para agilizar trámites y cuatro de cada 10 para evitar multas o sanciones”.
Como funcionario de la SFP, José Luis Chávez aseguró que tanto el Presidente de la República como todos su gabinete está trabajando en medidas para erradicar los problemas antes mencionados, a través de cuatro estrategias: prevención, detección, investigación y sanción.
Detalló que la prevención tiene como objetivos impulsar la coordinación entre los poderes de la Unión, fortalecer la profesionalización de los servidores públicos, el uso racional y la transparencia en el gasto público; la detección busca la estandarización de datos, la atención a la denuncia e identificar conflictos de interés; la investigación tiene la finalidad de identificar faltas graves, como el cohecho, peculado, desvío, abuso de funciones, así como las no-graves y sanciones no particulares; y la sanción implica que el poder judicial dicta las penalidades una vez comprobada la corrupción.
“Durante estos primeros cinco meses del nuevo sexenio se realizó la declaración pública de patrimonio al 100%; es importante que los mexicanos sepan que contaremos con una Subsecretaría de Combate a la Corrupción y una Subsecretaría de Combate a la Impunidad”, finalizó el ponente.
Necesitamos acciones, no discursos
Hugo Concha afirmó que el discurso de López Obrador está lleno de generalidades y no se han visto acciones puntuales para resolver los problemas que aquejan al país. “De nada sirve que el gabinete haga su declaración de patrimonio si no existe la tecnología o las personas que validen o analicen esa información. Los retos en los que debemos trabajar son la temporalidad y continuidad de los órganos en Presidencia, comunicación y difusión, vinculación y acompañamiento ciudadano, profesionalización del servicio público, indicadores de corrupción, declaración de funciones, entre otros”, aseveró.
Concha Cantú aclaró que la corrupción y la impunidad no son temas nuevos y tal vez ahora somos más conscientes de ellos gracias a las plataformas digitales, sin embargo, es importante atenderlos y no dejarlos de lado en el Plan Nacional.